
Esto es todo, fotografiando desde los 9 años cuando me regalaron mi primera cámara y «gasté» un carrete fotografiando a gente que no conocía, algo que parecía que fuera inexplicable en aquel momento.
A los 14 años les hicimos un relago «Homer» a nuestros padres, les regalamos una Pentax de 35mm. y ahí empezó todo más en serio, los cursos, las asociaciones, las salidas a ver exposiciones o hacer fotos.
Todo desembocó, años después, estudiando iluminación en la escuela de fotografía EFTI en Madrid.
Aunque estudié diseño y mantuve la fotografía como una afición, enseguida llegó para quedarse a nivel profesional.
Los trabajos en sitios donde resultaba muy caro desplazar a terceros, las maquetas con fotografías propias que se quedaban como definitivas acabaron integrando mi propia fotografía en mi trabajo como diseñador gráfico.
Suello fotografiar en digital, en 35mm y medio formato, emocionándome con lo que hago y con la finalidad de conseguir trasladar lo máximo posible de esas emociones al trabajo.